La historia del origen del Estado dominicano es, y siempre ha sido, objeto de controversia simplemente debido a la política compleja que se desarrolló entre 1801 y 1861. Es tan interesante que, al contar la historia, siempre se cuenta desde la perspectiva de la elite, la oligarquía y la iglesia Católica, y nunca desde el sentir y pensar de los 200,000 negros y mulatos que vivían en esos tiempo. Ya basta de excluirlos, sus motivos y sus ideas sobre la nación. Ya basta de contar la historia a medias y sin contexto.
Si tomamos 1844 como el origen de la nación, entonces tendríamos que reconocer que, a diferencia de otros estados, la República Dominicana se formó a través de una separación de un aliado político, no a través de una guerra anticolonial. Es, como sostiene el historiador Emilio Michel Cordero, SUI GENERIS, es decir, un estado que pertenece a una clase única.
Los elementos históricos reaccionarios en la República Dominicana han intentado encajar la historia de la nación dentro del modelo tradicional de formación de un estado-nación: luchar una guerra contra un enemigo opresor del que uno se libera. En esta línea de tiempo, sería intelectualmente deshonesto ignorar la evidencia histórica y tratar a la República Dominicana como si hubiera surgido a través de un proceso de lucha contra un colonizador; no fue así.
Los que se sintieron oprimidos durante el período de 1822 a 1844 fueron la oligarquía esclavista y el clérigo, y ellos tomaron el control de la narrativa de la nación para reflejar lo que sentían sobre la época y para mantener su poder.
En cambio, como nos recuerda Emilio Cordero Michel (2015): Los cimientos liberales y progresistas de la nación dominicana fueron creados por Jean Pierre Boyer en el período entre 1822 y 1844. Las reformas nos llevaron de una colonia a un estado radicalmente democrático y liberal con separación de la Iglesia y el Estado: Estas reformas incluyeron redistribuir la tierra de los que anteriormente tenían esclavos, instituir la separación de la Iglesia y el Estado, prohibir el comercio exterior para proteger los mercados locales, establecer una semana laboral de cinco días, establecer la educación primaria obligatoria y los derechos de las mujeres como ciudadanas de pleno derecho. La administración cotidiana todavía se llevaba a cabo en español y la mayoría de los militares eran Dominicanos, no Haitianos. Sí, el servicio militar era obligatorio para los hombres de 15 a 65 años porque, de lo contrario, ¿de qué manera se suponía que nuestra isla defendería su libertad contra España y Francia? ¿Se suponía que nuestros antepasados solo debían pedir amablemente? Si, desafortunadamente al ver que la producción agrícola no aumentaba, Boyer impuso impuestos para pagarle a Francia la indemnización que demandaba, a punta de barcos con cañones apuntado a nuestra isla. Bajo presiones coloniales, como la indemnización económica y las conspiraciones de los diplomáticos franceses de separarnos, hubieron errores forzados.
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Lo que a los dominicanos se les dice que fueron imposiciones violentas y opresión es lo que la élite y la iglesia catolica sintio como imposiciones violentas a su capacidad de explotar a otros y generar riqueza. Todas estas reformas fueron tan útiles para los proto dominicanos que surgió una pequeña clase de hombres y mujeres burgueses con educación liberal y acceso a oportunidades. Cuando las condiciones políticas cambiaron y el gobierno de Boyer se volvió impopular en ambos lados, formaron la sociedad secreta conocida como La Trinitaria en 1838. Admiraban tanto a los haitianos que la primera bandera trinitaria está inspirada en la bandera haitiana. Sin odio en sus corazones, se separaron para formar una nación en 1844. Incluso copiaron la constitución haitiana de 1843 para formar un estado que pudiera ofrecer igualdad racial y protección contra la discriminación.
Los Trinitarios tuvieron sueños poderosos, pero no tuvieron éxito. La élite oligárquica vio su oportunidad de aumentar su poder después de 22 años. Exiliaron a Juan Pablo Duarte, el líder de los Trinitarios, destrozaron su propuesta de enmienda para la igualdad racial y se pusieron a reescribir tanto la constitución como la historia de la nación.
Es fundamental que descentremos las versiones blancas y oligarquías de nuestra historia. Esta es la revolución silenciosa que ha tenido lugar en la historiografía dominicana desde la muerte de Trujillo. Lo que encontramos en las acciones de los descendientes de españoles que han escrito su versión de los hechos como “historia nacional” es una voluntad de anexar, vender o poner bajo control colonial nuestro territorio. Lo hicieron en 1821, durante las décadas de 1840 y 1850, y finalmente tuvieron éxito en su proyecto en 1861. No querían gobernar una nación de negros y mestizos libres en la que eran, en el mejor de los casos, el 10% de la población. No querían gobernar ni cuidar de la gente rural que vivía independientemente de Santiago y Santo Domingo. Gente que no conocían, que no podían controlar y a la que temían. Querían cosechar los beneficios económicos de ser una élite racialmente discriminatoria en un territorio colonial o imperial con esclavitud. ¡Una colonia y una democracia liberal no son lo mismo!
Si no te gusta que señalemos esta historia y sus acciones, pregúntate por qué te identificas con el comportamiento de la élite esclavista española y criolla, y no con los luchadores por la libertad negros y mestizos.
Tenemos una historia political unica y compleja, y debemos honrar eso y escuchar las voces de los negros y mulattos que han sido ignoradas y suprimidas en el tiempo. Si quieres una narrativa de independencia tradicional donde una ex-colonia lucha heroicamente contra su colonizador, te planteamos 1865 como nuestra verdadera independencia. Siguiendo el argumento de Emilio Michel Cordero, se podría decir que la República Dominicana se independizó cuando las personas de color negras y libres demostraron que podían rechazar todo intento de anexión o de poner bajo protectorado a la nación, que no permitirían ser esclavizadas, ni discriminadas, y que podían luchar solas contra España. La independencia dominicana no se produjo cuando los criollos blancos se apoderaron del proyecto trinitario de una democracia liberal y decidieron que querían hacer una nación racista y conservadora para poder anexarla a España, Francia o los Estados Unidos. Ocurrió una vez que los negros y mulatos decidieron que querían participar en luchar por el territorio y formar una nación que también los incluyera. todavía ese proceso esta incompleto.
Cita:
Cordero Michel, E. (2016). Obras Escogidas. Ensayos I. “Proyecciones de la Revolución Haitiana en Santo Domingo.”